miércoles, 12 de diciembre de 2012

Votación para el animal/planta del año en la web de Los Porques de la Naturaleza.

Hasta el día 26 de diciembre tenéis la posibilidad de participar en una iniciativa que se pone en marcha desde nuestra web amiga Los Porques de la Naturaleza, donde se va a votar a una serie de especies emblemáticas de la península Ibérica con el objeto de hacer una serie de artículos, con los que salgan vencedores, a lo largo de 2013.

Aquí podéis votar por vuestra especie favorita: Votación Animal/Planta del año 2013.

Yo he votado por el águila imperial ibérica, aunque elegir entre ella y el quebrantahuesos ha sido prácticamente imposible. Respecto a las plantas, me he decidido por el pinsapo porque me interesa esa condición relictica de sus poblaciones. Pero hay ciertos detalles que me llaman la atención de esta encuesta. Por un lado es los resultados tan bajos que está obteniendo hasta ahora el oso pardo, sé que compite con especies muy significativas pero no deja de sorprender su último puesto y en contra, la alta valoración de la foca monje, puede que de entre las especies a votación, la que menos publicidad social tenga. Llama la atención, aunque es de esperar, que los mamíferos copen las primeras posiciones y las aves tengan discretas posiciones.

Me gustaría que se hiciera un monográfico de cada una de las especies y que la votación sólo revelara el orden de aparación de los artículos, la verdad que todas las especies reflejadas bien merecen tener toda la repercusión posible. Anímense, voten y que gane el mejor (adaptado).

domingo, 2 de diciembre de 2012

Plantas en movimiento.

Quien más, quien menos ha reparado en que una planta que movemos de sitio, al cabo del tiempo la encontramos con sus hojasen una dirección distinta, hacia la luz. Estos movimientos de las plantas pueden pasar desapercibidos a simple vista porque son lentos, pero no cabe duda de que las plantas se mueven. En concreto, a esos movimientos que se dan en respuesta al estímulo lumínico se los llama fototropismo. Es curioso que mientras que el tallo con las hojas tienden a moverse hacia la luz (lo cual denominamos fototropismo positivo), las raíces de la misma planta se orientan en la dirección contraria (este fenómeno antagónico es llamado fototropismo negativo).

Es sólo un ejemplo de los numerosos moviemientos de las plantas entre los que se encuentran otros tipos de tropismos (gravitropismos, geotropismos...) y de nastias (epinastias, hiponastias, nictinastias, tigmonastias...). En cambio hoy, nos vamos a ocupar de unos movimientos muy llamativos denominados movimientos de circumnutación. Estos moviemientos son muy característicos de las plantas trepadoras, son aquellos que hacen alrededor del tutor o soporte que puede ser el tallo de otra planta, un poste, una verja... Probablemente en estos moviemientos estén implicadas algunas hormonas vegetales tales como las auxinas. Se trata de movimientos revolutorios de exploración en el espacio donde predomina un fuerte componente endógeno o autónomo.

En el siguiente video podéis apreciar este tipo de movimiento. La planta, desarrolla estos moviemientos de circumnutación hasta que encuentra el tutor que en este caso es un trípode de cámara de fotos y crece ascendiendo por una de las patas. Se vuelven a ver muy bien estos movimientos casi al final del video, una vez que supera la altura del trípode y el extremo de la planta comienza de nuevo a girar en busca de otro nuevo soporte. Que lo disfrutéis.

martes, 20 de noviembre de 2012

El chorlitejo piquituerto, el pájaro del pico torcido.

Sólo existe en el mundo un pájaro que tenga el pico curvado, es el chorlitejo piquituerto (Anarhyrnchus frontalis) y siempre lo presenta curvado hacia la derecha. Aunque el lector puede pensar que los piquituertos también presentan el pico torcido, lo cierto es que en éstos la parte superior del pico y la inferior toman direcciones opuestas, curvándose hacia cada lado, mientras que en el chorlitejo piquituerto, ambas ranfotecas (así se denomina al estuche córneo que recubre los dos maxilares o mandíbulas) se curvan hacia la derecha formando un ángulo de 12 grados respecto de la base del pico.

El chorlitejo piquituerto (Anarhynchus frontalis) es la única especie de ave con el pico curvado.

Esta curvatura del pico es una adaptación muy ventajosa para alimentarse de los pequeños insectos y crustáceos (entre otros) que se esconden bajo las piedras en las orillas de los ríos. Mientras otros chorlitejos y límicolas voltean las piedras o las mueven para acceder a este alimento, el chorlitejo piquituerto puede acceder a él lateralmente sin ese coste adicional que supone desplazar la roca. Más aún, si la piedra es demasiado pesada, un limícola con el pico recto no podrá capturar a las presas que se resguarden bajo esa piedra, mientras que el chorlitejo piquituerto sí podrá aprovecharse de ellas.

También hay que tener en cuenta que mientras que el pico le confiere muchos beneficios al pájaro al alimentarse desde su lado derecho, si se alimenta desde el lado izquierdo pierde toda ventaja, de hecho, este pico curvado se convierte en un estorbo. Por ello, conductualmente el chorlitejo piquituerto tiende a capturar sus presas hacia su lado derecho.

Aquí se observa perfectamente la curvatura del pico del chorlitejo piquituerto.

Su plumaje es gris suave por encima y blanco por debajo, con una banda estrecha en el pecho de color negro que está mejor definida en la hembra. Es migratorio, en agosto regresan a la región de Canterbury (Nueva Zelanda) donde ocupan las orillas de los ríos mientras que en invierno abandonan la isla Sur de Nueva Zelanda para asentarse en la orilla del mar de la isla Norte, frecuentando también las desembocaduras de los ríos. La reproducción tiene lugar en la isla Sur entre los meses de septiembre y octubre. Cada pareja suele poner dos huevos en un nido situado en el suelo de donde saldrán dos pollos que se unirán a sus progenitores en la migración hacia la isla Norte, entre diciembre y febrero, donde se encuentran sus cuarteles de invierno como ya se ha apuntado.

Chorlitejo piquituerto alimentándose, haciéndo uso de su pico adaptado para buscar presas bajo las piedras.

Como curiosidad, el nombre de chorlito proviene de "chorla", un sonido onopatopéyica que recuerda a la voz de esta ave.

martes, 13 de noviembre de 2012

Número 7 de Journal of Feelsynapsis (JoF)

¡Ya está aquí nuestra dosis bimensual de ciencia! Fiel a su cita la revista de divulgación científica online y gratuita hace de nuevo aparición en un número muy especial ya que es el primer aniversario del proyecto. Un proyecto que va cogiendo fuerza número a número y cuenta con un grupo de excelentes divulgadores y personas a bordo. Y esta nueva edición es un buenísimo ejemplo. Goza de una maquetación impecable a cargo de nuestro capitán al mando, Enrique Royuela (@Eroyuela) quien nuevamente hace un trabajo impresionante y en tiempo récord (Creémos que se alimenta a base de plutonio, si no no hay explicación). 

El contenido vuelve a ser espectacular con una serie de artículos de una calidad excelsa donde podemos encontrar una variedad de temas que van desde la actualidad con el bosón de Higgs, enfermedades como el autismo y la sinestesia, un artículo de claros tintes cinematográficos de la manos de Frankestein y la moderna Prometheus, temas tan en boga como el cáncer o los transgénicos, un apasionante recorrido por la biodiversidad de las montañas etíopes... Haríais muy mal en dejar pasar la oportunidad de acercaros a unos temas tan suculentos.

Portada del número 7 de Journal of Feelsynapsis (JoF).

Personalmente, encontraréis una foto mía de un milano negro en la sección "De cara a la galería" donde además se pueden encontrar más fotos increíbles.

Corren tiempos difíciles para la ciencia. Son muchos los recortes presupuestarios que se están realizando y muchos buenos científicos ven truncadas sus carreras por la falta de una oportunidad o por el fin de ésta. Sin ciencia no hay progreso y es algo a lo que desgraciadamente, tendemos. Por eso proyectos como este requieren del máximo altavoz que seamos capaces de proporcionar. Acerquemos la ciencia a todos porque, en buena medida, el futuro depende de ello.

Para descargar Journal of Feelsynapsis (JoF) - Número 7 Noviembre 2012 - Pulsa aquí.

Para ver los números anteriores de Journal of Feelsynapsis (JoF) - Pulsa aquí o dirígete a la pestaña de la revista en esta misma página.

Disfrutad de la lectura y feliz aniversario a JoF. ¡Que vengan muchos más!  

domingo, 11 de noviembre de 2012

Parque Jurásico y el pollosaurio de Jack Horner.

Parque Jurásico es una película de Steven Spielberg que se estrenó en 1993 y que elevó el fenómeno de la dinomanía hasta límites difícilmente alcanzables y repetibles. Aún a día de hoy sus efectos especiales siguen siendo fascinantes y los dinosaurios que aparecen a lo largo de su metraje, espectaculares. Poco tengo que añadir a la lista de elogios que se puede hacer de una de las películas que revolucionó el mundo cinematográfico. No hay más que ver el diseño del blog para saber mi opinión. Con motivo del 20 aniversario de su estreno, el próximo mayo volverá a los cines, esta vez en 3D.


Si recordáis, en Parque Jurásico clonaban a los dinosaurios a partir de ADN extraído de mosquitos atrapados en ámbar. Aunque la premisa es muy prometedora, no es posible ya que el ADN se degrada y no se mantiene más de 6,8 millones de años como demostró un grupo de científicos australianos recientemente. Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años, por tanto, con las técnicas actuales, obtener su ADN es imposible y por tanto su clonación. Aunque se han hecho avances impresionantes como la obtención de colágeno e incluso proteínas de dinosaurios. Lo que sin duda es una vía de exploración muy interesante.

Jack Horner es el pionero que está detrás de la mayoría de esos hallazgos y una auténtica eminencia en dinosaurios. De hecho, Alan Grant, el paleontólogo protagonista de Parque Jurásico está inspirado en él y fue asesor de la película. Pues bien, una de sus líneas de investigación es la creación de un dinosaurio a partir de un ave actual. Para ello propone revertir los rasgos que adquirieron las aves y que las diferencian de sus antecesores los dinosaurios, como la presencia del pico, una cola corta y las alas. Alterando los genes responsables de la aparición del pico para que se mantenga una mandíbula con dientes, los genes que hacen que los pájaros tengan una cola corta en vez de una cola larga como tenían los dinosaurios y los genes que hacen que los pájaros hayan desarrollado dos alas en sus extremidades anteriores en vez de brazos con garras, pretende obtener un dinosaurio. ¿Lo sería? No. Estaríamos ante un pollo modificado con ciertos rasgos que lo acercarían a la morfología dinosauriana, pero los separan 65 millones de años de evolución. No estamos hablando de una especie que viviera en el pasado. ¿Deberían crear al pollosaurio? Mi opinión es que sí, por el propio conocimiento que aportaría, directamente y puede que indirectamente. Es posible que durante el proceso surjan nuevas técnicas o conocimientos que sean útiles para el desarrollo de la tecnología. Aunque aquí el debate es mucho más extenso.

Jack Horner ha estado en Madrid estos últimos días y ha sido objeto de múltiples entrevistas, aquí os dejo una de ellas acerca del pollosaurio y otra totalmente decepcionante en El Hormiguero (¿Cómo puedes tener a Jack Horner delante y hacer este cagancho de entrevista?):
       

jueves, 1 de noviembre de 2012

El Gigantopithecus, ¿un verdadero bigfoot?

Las historias que hablan del yeti o del bigfoot nos son conocidas a todos en mayor o menor medida. Esos grandes seres humanoides, estrellas del mundo de la criptozoología, están bien arraigados en la cultura popular y son objeto de estudios, de campañas de búsqueda, de programas de misterio, etc. Hasta la fecha las evidencias de su existencia son nulas. Lo cual no supone obstáculo para que exista mucha información sobre ellos. El bigfoot o pie grande es propio de bosques de Norteamérica, mientras que el yeti o abominable hombre de las nieves frecuenta los parajes nevados circundantes al Himalaya. Ambos son formas hominoideas de un tamaño superior al ser humano. De entrada, los únicos animales conocidos capaces de ajustarse a dicha descripción serían gorilas, orangutanes, chimpancés o bonobos y ninguno de ellos habita esas regiones. Estaríamos hablando de individuos desplazados de su hábitat habitual (lo cual es altamente improvable) o de especies nuevas desconocidas. Pero existen especies extintas que se ajustan a las descripciones, que sabemos que existieron y que además convivieron con el ser humano.


Los gigantopithecos son los mayores simios conocidos que han habitado el planeta. Antes de seguir conviene aclarar que no se encuentran en la línea evolutiva del hombre si no que son antepasados de los orangutanes. En esta misma línea evolutiva se piensa que el Sivapithecus es un antepasado todavía anterior que vivió hace alrededor de 7 millones de años. Los Gigantopithecus aparecen en el Pleistoceno, hace un millón de años y sus restos fósiles llegan hasta hace apenas unos 100.000 años. Se han encontrado restos en zonas de China y de Vietnam. El Gigantopithecus blacki es la especie mejor conocida y de la que se conservan mejores fósiles. Su descubridor fue Ralph von Koenigswald (1902 - 1982) quien, en el año 1935, compró cuatro molares en farmacias de Hong Kong y Cantón. Habéis leído bien, en farmacias. La medicina tradicional china confiere propiedades curativas a los fósiles a los que denomina "huesos de dragón" y durante años se ha dedicado a recolectarlos privando a la ciencia de un buen número de piezas que sin duda habrían reportado valiosa información. Ralph von Koenigswald dedicó cuatro años a estudiar a la nueva especie de simio gigante hasta que fue hecho prisionero en la Segunda Guerra Mundial.

Reconstrucción del Gigantopithecus blacki donde se puede apreciar su colosal tamaño.

De Gigantopithecus blacki se conservan tres mandíbulas y más de mil dientes. Desde su descubrimiento está claro que se trata de los mayores primates de la historia. En comparación con la mandíbula de un gorila actual, las tres que se tienen de Gigantopithecus son mayores, especialmente una de ellas que se cree que pertenecía a un macho. Estas mandíbulas son robustas y sus dientes anteriores (incisivos y caninos) son relativamente pequeños, mientras que premolares y molares son anchos y grandes y con una gruesa capa de esmalte. Debido a estas características, en un principio se situó a los Gigantopithecus en la línea evolutiva humana por analogía con las mandíbulas de los Paranthropus, pero se vió que sólo se trataba de un caso de convergencia evolutiva entre ambas especies y que verdaderamente, los gigantopitecos eran antepasados de los orangutanes.

Estudiando los escasos restos fósiles se han realizado estimaciones cuyo resultado es que estos animales debían medir alrededor de 3 metros de altura y pesar entre 300 y 500 kilogramos, es decir, serían dos o tres veces más grandes que un gorila. Se piensa también que serían cuadrúpedos y rara vez adoptarían una postura erguida. Debido a este descomunal tamaño, es de suponer que se desplazarían por el suelo (la mayoría de árboles no soportaría su peso) y dada su dimensión y con el análisis de los dientes encontrados, su dieta estaría basada en un recurso vegetal duro y fibroso que requería una fuerte masticación. Muy probablemente este recurso fuera el bambú.

Comparación del cráneo de un Gigantopithecus, un gorila y un humano donde se aprecia la escala de tamaños.

Por tanto, estos primates antropomorfos gigantescos convivieron con el hombre actual, el Homo sapiens y cabe la posibilidad que las historias y leyendas que giran en torno al yeti o al bigfoot sean reminiscencias de tiempos remotos donde sí era posible encontrar en los bosques asiáticos a unos simios enormes. ¿Serían estos el famoso yeti? ¿O el bigfoot?  En cualquier caso, la ciencia siempre ofrece una respuesta más racional que la mitología.

Estremecedor documento gráfico que aclara de una vez por todas y de manera tajante la existencia del bigfoot.

 

miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Cómo crear la oruga perfecta?

Hace unos días una amiga me planteó esta pregunta que a su vez ella se había encontrado en un examen. La primera reacción fue de sorpresa porque... ¡yo nunca he tenido exámenes tan divertidos! y la segunda fue de tratar de darla respuesta. Una pregunta de este tipo es lo suficientemente provocadora, ilustradora e incentivadora como para que vuelen todos los pensamientos. Sin duda, este es un buen camino para fomentar el conocimiento, sobre todo en la universidad. Hay que enseñar a pensar, no a repetir o reproducir datos, como los loros.

Entonces, ¿cómo creamos a la oruga perfecta? Lo primero que hay que plantearse es... ¿cómo es la oruga perfecta? Pues para gustos, colores. Puede que alguien la prefiera verde, o de varios colores, azulgrana como el Barça (si queremos la perfección, es lo que hay), grande o pequeña, con protuburancias o lisa, con un ciclo de vida largo o corto... y así hasta determinar a nuestro gusto todas sus características. Como en este blog nos vamos a mover en un entorno puramente biológico, vamos a establecer lo que cualquier adorador de Darwin quiere oir, es decir, nuestra oruga perfecta tendrá aquellas características necesarias para que esté lo mejor adaptada al medio donde va a vivir. Así, nuestro querido artrópodo será la mejor oruga para sobrevivir en su entorno. Es importante tener claro que esta oruga será "perfecta" en su contexto, si es llevada a otro lugar, otro ecosistema, otro nicho ecológico... puede que haya otras orugas más "perfectas" para ellos.

La Oruga Azul de "Alicia en el país de las maravillas" a mi me parece un buen modelo a seguir.

Vamos a entrar poco a poco en materia. Otra cuestión que hay que tener en cuenta es que la evolución no es direccional por tanto pueden pasar siglos, eones... sin que obtengamos individuos como nuestro prototipo idealizado. Por tanto, tiempo ilimitado y una paciencia infinita nos harán falta. En principio como las mariposas tienen un ciclo de vida corto (respecto del nuestro) es una ventaja. Si este experimento lo realizaramos con cachalotes, sería imposible detectar ningún cambio a lo largo de las generaciones porque moriríamos antes de que las variaciones fueran apreciables respecto de nuestros intereses. Las orugas nos permíten hacer un seguimiento a lo largo de muchas más generaciones por lo que esas variaciones entre individuos se pueden observar y seleccionar. Y aún así debemos tener presente que no logremos nuestro objetivo, porque como hemos apuntado ese motor de variación no es direccional si no que es azarístico.

A estas alturas de la película ya os habréis dado cuenta que la teoría de la selección natural de Darwin juega un papel primordial en esta cuestión. Darwin para explicar su teoría echó mano con frecuencia a un tipo de selección más dirigida, la selección artificial. Mediante ella, a lo largo de miles de años, se han ido "moldeando" diferentes razas de perros, ovejas que den más leche, canarios que cantan mejor, plantas que sean más productivas o con mejor sabor... ¿En qué consiste esta selección artificial? Básicamente en seleccionar a los individuos que presentan en su fenotipo las características que el hombre quiere tener en siguientes generaciones de esa población y cruzar a los individuos que las presentan para que la probabilidad de que la descendencia presente esas características sea mayor. ¿Nos hemos hecho un lío? Voy a explicarlo con otras palabras, tenemos un rebaño de ovejas que dan cierta cantidad de lana cada una y a nosotros nos interesa que den más. En cierto momento aparecen (fruto del azar que comentábamos) unos individuos que dan más cantidad de lana, el pastor lo que hará en ese momento será seleccionar a esos individuos y los cruzará entre ellos, porque sus hijos (su descendencia) tendrán más probabilidades de heredar esa variación que hace que den más lana. Podríamos entrar en farragosas explicaciones de alelos recesivos y dominantes pero creo que para nuestro objetivo de explicar el mecanismo de la selección artificial nos basta así. De igual manera el pastor podría seleccionar los individuos que fueran cada vez más grandes, o cada vez más claros, etc.

A través de la selección artificial se pueden conseguir individuos cada vez más grandes. Me refiero al conejo, no al señor.

Una vez llegados a este punto, ¿qué ocurre con nuestra oruga? Pues al igual que seleccionábamos las variaciones (mutaciones) en las ovejas, perros, plantas... lo vamos a hacer con la oruga. Si nos interesa que cada vez sea mayor de tamaño, seleccionaremos los individuos de mayor porte entre los de nuestra población y los cruzaremos entre ellos. Si nos interesa que tenga menos pelos urticantes, seleccionaremos los individuos que presenten menor pilosidad... Y así hasta obtener una generación de individuos lo más parecida a la oruga perfecta que habíamos imaginado. Pero ¡cuidado! que dos individuos muestren en su fenotipo una característica que queremos preservar no es garantía de que vaya a verse reflejada en su descendencia, es decir, dos personas con los ojos azules no necesariamente van a tener un hijo con los ojos azules, aunque la probabilidad es mayor que si no los tuvieran.

Por ello, para crear a nuestra oruga perfecta deberemos ir seleccionando los individuos que muestren los rasgos fenotípicos que nos interesan y armarse de paciencia. Jugar a ser Dios (o cualquier otro ser superior e imaginario) es lo que tiene, te quita mucho tiempo.


miércoles, 10 de octubre de 2012

Donde la magia ocurre...

"Nada tiene sentido en biología si no es a la luz de la evolución" Theodosius Dobzhansky.