miércoles, 13 de noviembre de 2013

La foto que lo cambia todo.

Una de las facetas más fascinantes de la biología es la de derribar creencias ya asentadas. Es algo inherente a la ciencia en general. Por infinitos datos que apoyen una teoría si uno solo no concuerda habrá que buscar una hipótesis más satisfactoria y al contrario, si todos los datos apuntan a que una hipótesis no es cierta, uno sólo puede hacer que haya que replanteársela. Esto es lo que ha sucedido con el gato de Borneo (Pardofelis badia).

Una de las imágenes obtenidas del gato de Borneo.

Desde 2003 se creía extinto y ahora unas fotos tomadas con unas cámaras trampa puestas aleatoriamente han demostrado lo contrario. Además, los investigadores se aventuran a predecir que hay más de los que se podría pensar en un principio. De hecho, en esas mismas cámaras trampa han recogido instantáneas de cuatro especies de felinos más, además del gato de Borneo. Si queréis leer la noticia completa la podéis encontrar aquí.

Sin duda es una gran noticia para la biodiversidad. Pero nos lleva a hacer ciertas reflexiones. Colocar cámaras trampa (como he leído en algún medio) aleatoriamente no es una práctica habitual, puesto que se suelen situar en lugares de paso o zonas donde presumiblemente se verá a los animales. Por tanto, que hayan sido capaces de detectar cinco especies de estos escurridizos felinos es o bien un acto de fortuna o bien las cámaras sí estaban situadas en zonas estratégicas pero algunos medios no lo recogen. En cualquier caso, esto que comento puede resultar más bien anecdótico puesto que lo importante es lo recogido por las cámaras, que es de gran valor.

La otra reflexión es, desde luego, de mayor calado y corresponde a la gran resiliencia de la naturaleza que se debate por exhalar su último aliento con especies como este gato de Borneo, o las panteras nebulosas, o los orangutanes, tigres... de estos mismos bosques. Lo cual es de agradecer. Es una nueva oportunidad que se le brinda al ser humano para no cometer los mismos errores. Estos bosques están siendo debastados por una deforestación salvaje. ¿Hasta cuando van a ser capaces estas especies de aguantar esta presión desmedida? Recibo con recelo las palabras de los investigadores al afirmar que estas poblaciones de felinos están mejor de lo esperado porque quizás en ellas encuentren refugio quienes mantienen ese pulso descomunal con las selvas, quienes talan indiscriminadamente cada año una superficie amplia de vegetación. Espero que esta noticia nos lleve a una segunda oportunidad de conservar aquello que ya dimos por perdido y no sea sólo una demostración de que los actos del ser humano son inocuos para la naturaleza. De ninguna manera pueden serlo, son muchos los estudios que demuestran lo contrario. Por desgracia, tengo la sensación de que esta noticia no cambiará nada, que el gato de Borneo no supone nada a oídos de un ciudadano medio y que no van a saltar las alarmas, ni se va a crear una corriente de conservacionismo en torno a él, por lo que las talas y esa deforestación continuarán adelante. Con el tiempo sí que será otra especie más perdida que no cambiará nada. Como el dodo, como el alca gigante... Y de esta reflexión me surge la siguiente pregunta: ¿qué especie emblema tendrá que desaparecer para que al fin se empiece a tomar al medio ambiente en serio? ¿Las ballenas? ¿El oso polar? ¿El tigre?.... ¿Tal vez nosotros?


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